momento IV

cerró los ojos, los volvió a abrir y seguía allí.
quizás había pasado un minuto, dos. y de repente le dio por pensar, el tiempo que calculó hacía días y se le dibujo una sonrisa. oculta. una sonrisa oculta, pero grande, de las más grandes que yo en ella había visto.
y quizás no debería sonreír, quizás tampoco alegrarse de la situación.
pero por una vez, decidió dejarse llevar.
Desde luego, una buena forma de empezar, era sonreír.