jueves, 19 de junio de 2014

Es la primera vez que alguien me hace canción.

es la primera vez que alguien me escribe una canción
y cuando la escuché no pude evitar sentir envidia.
¡qué bonita y bella era la puta!
y decía que hablaba de mí
y lo hacía bien
aunque sigo pensando que era demasiado bonita como para presumir de mí.
sigo pensando que debería presumir de sí y cantar todo lo que tiene que contar de mí, por educación.
aunque estoy segura de que llegará a ser mucho más grande que yo,
se expandirá, se enamorará incluso de mí de tanto hablar de mí
¿y me corresponderá al fin, la puta?

Ya está, ya se fue

He estado pensando -mucho-;
yo que estuve presente y lo viví en tercera persona.

Os cuento.

Esta tarde le llamó y le prometió que le iba a dar una alegría, que le haría feliz.
Entonces ella se secó las lágrimas y se centró en sí misma con la idea de esforzarse para luego ser recompensada con su presencia.
Entonces ella le esperó.
Y le esperó....

Y llegó un tío que se parecía mucho -de verdad, se parecía muchísimo-
igual de alto, el mismo color de ojos, la misma nariz, ¡hasta el estilo de vestir era el mismo!
Incluso ella pensó que era él, pero no lo era.
Y se quedó esperando...

Y entonces este que os decía, se le acercó y le dijo unas cuantas cosas. 
Pero ella no escuchaba, solo miraba detrás de él,
a ver si llegaba el verdadero él, el único.
Pero ya está, ya se fue.


sábado, 14 de junio de 2014

De cuando me esperaban a la salida

Te tengo en frente
y ahora que es el mundial otra vez, no paro de recordar lo tonta que parecía poniendo carita triste si llovía porque me los días lluviosos no me esperabas a la salida. Porque te mojabas.
Y yo pensaba “¡pero si tienes casco!” y me ponía tristona. Tristona y tontona.
Entonces al día siguiente hacía sol y yo pensaba “¡ay cielo, ¿por qué no te quedas así siempre?!” "¡por qué no te quedas aquí siempre!"
Pero el cielo se otoñaba y llovía. Y llovía. Y pasaba los días y yo no te veía.

Y luego cuando ya no viniste nunca más, me dio un poco igual.
Pero hoy me acuerdo de esa sensación de lluvia y tristeza, de tu ausencia, de esperarte a la salida.

Es que hoy te tengo en frente casi todos los días y claro, ya no me esperas a la salida. Esperas a otra.
No llueve porque hace mucho calor. Un calor que te mueres. Y tú, tan fresco.
Tan fresco y con esa carita de niño que no cambia.
Te tengo cariño, en el fondo, a pesar de las cosas tan feas que nos dijimos.
 -¡Y me sigo poniendo nerviosa si nos vamos a cruzar!-
 Fuiste un amor tan inocente y simple que por eso me gustaba y me gusta. No tenía ninguna complicación.

Y hoy, después de aquel mundial en el que ganó nuestra selección y que lo celebramos cada uno por nuestro lado; hoy, que ni nos saludamos, ni nos miramos a la cara y nos hacemos los desconocidos, yo en el fondo sonrío porque sí que te conocí muy bien. Y nos lo pasamos muy bien.
Pero yo crecí y tú te has quedado ahí.

Con tu carita de niño -bueno-.

miércoles, 4 de junio de 2014

llévame contigo

llévame a Granada otra vez.
Pero llévame de la mano
a través del tiempo
y repitamoslo todo de nuevo
igual
llévame a Granada y luego a Cádiz
donde sí te creímos las tres
donde te quedaste y donde decidiste dejarte caer sobre nosotras
y nuestras calles, nuestra sed, nuestras noches y amanecer. sobretodo ahí
llévame a los amaneceres y quédate congelado como yo te tengo en mi mente
con la falsa ilusión de tenerte

domingo, 1 de junio de 2014

espere su turno

pedí mi número para tocarte
y ya caducó.
como en la frutería cuando llegas tarde confiando en que tu turno aún no ha pasado
cogí el papelillo con el número impreso
y lo tiré a la basura, donde habían otros muchos
me quedé mirando. 

A mi lado, otras chicas tiraban sus números, decepcionadas, balbuceando palabrotas. 
Yo callé. Callé porque no quería que supieran, que yo ya había tenido más oportunidades, que no era mi primera vez allí.
Sé que estaba mal, pero callé.
Yo no merecía nada de eso, ni merezco, aunque padezco. 

Me agaché y cogí otro número del suelo, estuve a punto de volver a ponerme en la cola, pero pensé que no me merecía volver a ser reutilizada.
Así que dejé el papelillo sobre la encimera
y cuando me alejaba, -juro- me llamaban.
Me giré al tiempo cuando todas ellas, que parecían muertas, de pronto se espabilaron y se arañaban las unas a las otras por ese papelillo.

Que lo disfrutéis.
Yo ya no más. 

a Mi Me gusta Mirarte

A mí me gusta mirarte porque me recuerdas cuando yo era tonta. Muy tonta.
Me gusta mirarte porque también me gustaba ser tonta. Ahora ya no. Ya no me gusta.
Nunca más.
Pero de verdad, te lo digo, me gusta mirarte porque me recuerdo pura, corriendo siempre hacia ti, creyendo que todo lo hacía mal;
porque ahora al mirarte sé que lo hice bien y te tengo.
A pesar de que te insulté y te creí falso, a pesar de que intenté que fuéramos dos desconocidos (y un poco sí lo fuimos). Eso nos hace más auténticos, desde luego.
Sabiendo lo que hubo, lo que hay.
Yo no sé por cuánto tiempo, pero te tengo.

Piérdeme

Piérdeme,
por ahí, lejos, cerca -de tu boca-
aquí, de noche o de día,
entre tanta multitud, tanta muchedumbre
y luego
que sólo puedas encontrarme tú