miércoles, 31 de agosto de 2011

se hicieron una foto con tanto zoom, que pude verle los corazones juntos
y al intentar retocarla,
el amor hizo el filtro por sí solo
añadiendo un poco de envidia a modo de contraste.

martes, 30 de agosto de 2011

el cielo también llora de noche


la arena pasó a ser de plata
y el agua a no verse, a ser tan oscura, pero tan brillante
se confundía con el cielo, negro, cayendo sobre la arena.
era el cielo el que lloraba esa noche,
noche sin luna,
creando surcos de río negro, sobre la arena de plata.

sábado, 27 de agosto de 2011

indies

estaba sumerjida, entre tantos nombres, tanta música
las luces iluminaban cada uno de los mundos que tras los cristales se escondían.

me dio por buscar más, por ver más,
y te encontré a ti, con la mirada perdida, buscando.

ambos buscábamos aquel rincón para ser indies.

chispas, donde hace un año saltaron, esta vez vuelven a saltar
y erosionan precipitándose dentro de mí,
haciendo inevitable la aparición de mi sonrisa,
y la tuya, que juntas, fueron más brillantes que las luces alli existentes

ambos encontramos lo que buscamos:
fuimos indie
y nadie fue a donde estábamos porque era nuestro.
fuimos indie.somos indie.

lunes, 22 de agosto de 2011

historias de metro:con normalidad

piiiip piiiip
las puertas del metro están a punto de cerrar, y él entra por una de ellas.
le mira, se sienta a su lado.
- ¿qué haces aquí? - mientras desconecta el Ipod.
- calla. sólo tengo dos paradas de metro para decírtelo.
- decirme... ¿decirme qué?
- que sí, que yo también, lo he intentado evitar porque no estaba seguro, ahora sí lo estoy.
- no te entiendo... o sí que te entiendo, pero no puedo creérmelo, dime que es verdad
- es verdad. perdona por no habértelo dicho, también me gustaba ese juego que teníamos de a ver quién hablaba primero.
- entonces...
- entonces, te quiero.

llegan a su destino y salen fuera.
uno de los que les están esperando pregunta:
- anda, ¿cómo que estáis juntos?
- nos hemos encontrado, casualidades.

ella oculta la sonrisa, porque sabe que ha sido una casualidad forzada o una casualidad de mentira. y el resto de la noche, ambos intentan seguir con normalidad, queriendo comerse el mundo en secreto

viernes, 12 de agosto de 2011

y entre luces de neón y focos

me di cuenta que aunque te apuntase todo a ti,
te hubiera visto ahí de todos modos.
brillas con luz propia,
como si todo tu perfil estuviera bordeado con tubos fluorescentes.

lunes, 8 de agosto de 2011

una vez más, no ha pasado. había fallado.
¿por qué esta vez? se fue sin darle explicaciones. de pronto, todo se había vuelto blanco y negro.
- aquí tiene, su café.
claro. café. lo mismo había sido el café.
apoyó la cuchara en el platito de la taza, y con una mano, levantó la taza hasta la boca y bebió un sorbo. se quemó la lengua y los labios, pero no hizo ningún gesto de dolor. no le dolía, no más que su corazón hecho pedazos.
de pronto, pensó, y se dijo a sí mismo que iba a estar solo toda la vida, que ya tenía una edad para tener hijos, para vivir en una casa donde pudiese crear un mundo a parte, y no era así.
miró el reloj, que parecía ordenarle que tenía que irse ya, pidió la cuenta.
en cuanto el plato de la cuenta estuvo en la mesa, pagó. la camarera se lo llevó, para devolvérselo minutos más tarde con la vuelta. recojió todas las monedas y se fue.
¿para qué dejar propina al mundo, cuando el mundo no le había dejado ni una sola a él?
salió de la cafetería, sin mirar a donde se dirigía. tal vez no había buscado en el mejor sitio, o tal vez su destino era estar solo.
pero entonces, desde otra ciudad, una mujer salía de la cafetería para cojer un avión en las siguientes cuatro horas, sola, con destino de aquella ciudad que para él era gris, pero que pronto y de nuevo, tendría color.