domingo, 23 de noviembre de 2014

Larga me

sentí tu furia a modo de terremoto que se apresuraba bajo mis pies
y como una tonta corrí, como si pudiese huir
de un terremoto con ese calibre
de una tormenta que no paraba de diluviar
del tsunami
de todos tus problemas colisionando contra los míos
gritándoles
que son ridículos
pequeños
y que se larguen.

Yo por si acaso me largué.