sin que tú te des cuenta,
yo observo la escena.
dentro de esta habitación tan pequeña, incómoda y fría, entre tanta gente y sofás, me encuentro justo en frente tuya.
os observo.
habláis y sin a penas esfuerzo todo fluye, una conversacion como si os conociéseis desde hace un par de meses.
los observo
y es que,sin que tú te des cuenta, sin que os déis cuenta, os observo y los observo; tus ojos, que le contemplan como si desprendiese luz propia. Luz que se refleja en los tuyos y justo cuando quiero interrumpir la escena para ver qué sucede, éstos se vuelven hacia a mí, como castigándome por haberlo hecho.
es cierto, queda probado: podrás darle mil vueltas para ver como camuflar tu mirada, pero de la manera en qué le miras, no miras al resto del mundo después, todo se apaga
