jueves, 29 de mayo de 2014

lunes, 26 de mayo de 2014

Esta noche no voy a quedarme
a ver cómo me arrepiento.
Dudo que sepas
si a tu Dios le duele más que a mí verte llover

domingo, 18 de mayo de 2014

la tres-tele

Hace calor.
Son las tres.
Empieza el telediario.
Él ve la tele.
Ve la tele.
Ve la tele.
Ve la tele.
Ve a su hermano alzando el puño en la tele. Con fuerza, fuerte, grandioso.
Él ve la tele.
Ve la tele.
Ve la tele.
Ve la tele.
Ve a su novia saliendo a la calle, gritando, poderosa. Llena de júbilo, grandiosa.
Él ve la tele.
Ve la tele.
Ve la tele.
Ve la tele.
Aparece su vecino tirándose de la camiseta. Fuerte. Con una pancarta grande, grande.
Él ve la tele.
Ve la tele.
Ve la tele.
Ve la tele.
[...]

sábado, 17 de mayo de 2014

Y así fue como lo redujo a cenizas.
Y escupió.
Lo pisó. Lo sopló, lo metió en un sobre, lo quemó.

Así fue como lo destrozó
así fue como le olvidó.

viernes, 16 de mayo de 2014

Que no quiero

- ¡Que no quiero que vuelvas a hablarme nunca más! ¡No quiero saber qué piensas! ¡No quiero saber qué sientes! ¡No me interesa si me quieres, si me echas de menos, si quieres que vuelva!
¡No vuelvas a hablarme nunca, nunca!

Y él se cosió la boca.

lunes, 12 de mayo de 2014

Pudimos estar toda la noche bailando
hasta el amanecer.
Yo vi el fuego nacer dentro de mí, en mi boca; y me lo tragué. Luego me abrasó
Y... qué agradables brasas.
¿bailamos de nuevo?

domingo, 4 de mayo de 2014

¡Boom!

- A ver, cuéntame desde el principio. Pero deja de llorar. - le dije, colocando una mano en su mejilla.
- El principio estaba claro, todo empezaba a ir muy bien, genial... Nos lo pasábamos muy bien y a mí me encantaba que cada vez se pusiera más y más guapo.
- ¿Y...?
- Y nada. No hay más. Continuamos pasándonoslo bien hasta que ¡boom! primera pelea. Y luego, ¡boom! otra, y ¡boom! otra... El problema es que yo lo conocía desde el principio, ¿sabe? yo siempre lo vi venir. Yo sabía que estaba hecho de otros problemas, otro corazón, otras noches que no fueran sólo mías.
- ¿Quieres decir... que se enamoró de otra? - pregunté, acercándome más; pues cada vez susurraba más bajito las palabras.
- No exactamente. Yo sé que me quiere.
- ¿Cómo? Si desapareció, ¿no?
- No lo sé, nunca lo he sabido del todo. Se esfumó de pronto una noche que confundió un mundo con otro, una noche en la que estaba muy borracho. Yo lo vi venir, yo lo vi venir... Y le esperé, y esperé, y me quedé dormida.
- ¿No te explicó?
- Sí, sí, pero poco había que hacer, después de tantos ¡boom!s...
- Entiendo; pero qué raro, tú, conociéndole tan bien... - le dije, sorprendida y aún sin creérmelo.
- Exacto. Le conozco perfectamente y conozco cada uno de sus movimientos. Precisamente por eso, yo sabía que esto pasaría. Él en el fondo también lo sabía, pero no me conocía a mí como para saber hasta qué punto estallaría el último
¡boom!
en mi corazón.
Y ahora que ya no tengo corazón, ya no puedo enamorarme más