sábado, 30 de abril de 2011

cada gota era una razón

sin pensarselo dos veces cojió la botella de cerveza y se la llevó a la boca
el líquido helador pasó a través de su garganta, casi como una cascada hacia el estómago.
tragaba y bebía a demasiada velocidad, sentía como el frío le congelaba los huesos.
las lágrimas vertieron de sus ojos al cerrarlos, sentía el sol en sus mejillas mientras continuaba bebiendo. el líquido dorado empezó a derramarse por las comisuras de sus labios.
tiró la botella aunque no se la había terminado del todo, se limpió la boca con las mangas que quedaban largas de su jersey, y, por último, abrió los ojos.
el mundo seguía tal y como lo había dejado.

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