a veces comes las migajas
que quedan de cuando te alimenté
y te me acercas por la espalda
y me apuñalas
casi sin querer
creo que ya no te conozco
que nunca te he llegado a conocer,
que todo lo que sube, baja
y tú
ya estás a punto de caer
Adiós, verano.
Adiós, verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario