que la cuerda sólo sirve para dársela al reloj
y ni eso. Porque la rechaza,
el tiempo le gana, maneja las agujas como quiere.
Avanza, ralentiza y se para.
¡Qué más da si no estamos cuerdos!
que la cuerda se cayó hace tiempo de nuestras cabezas
y de(las lúcidas)mentes.
El reloj se rindió y el tiempo cabizbajo regresó,
porque es un claro perdedor;
y tú, junto a mí, te proclamaste vencedor.
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