¡pero qué puta eres, Distancia!
que da igual si son kilómetros, o son
centímetros,
si son semanas o minutos los que
separen,
por amor, por trabajo.
Yo no te tengo miedo,
que quede claro
que no te tengo miedo.
Simplemente me das envidia,
porque, Distancia, cuando yo no
estoy
allí donde debo estar,
tú sí.
Y presumes de lo que a mí me falta
porque lo tienes y lo re-tienes,
con tus manos y tu contador
de cuán alta te haces con los
números
de la cantidad de kilómetros,
minutos, semanas...
¡pero qué puta eres, Distancia!
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