viernes, 1 de marzo de 2013

llénate de mí

Cuando ayer dijo: "yo no estoy acostumbrada a ver a una persona que sonríe todo el tiempo al borde del llanto. No sé consolarlo." Le miré. No a la persona que hablaba, ni a la persona que supuestamente casi lloraba. Le miré a él, que escuchaba atentamente las palabras, una a una y asentía.
Es curioso como, ni aun esforzándome consigo evadirme de la situación y sin embargo, en aquel momento salió solo y sin darme cuenta. El fondo y ambiente que te rodeaba se desenfocó como si de una cámara me tratase. Lo recuerdo y visualizo así. Creo que mientras te miraba sonreía.
El recuerdo del frío helándome las lágrimas y el corazón en el banco del parque donde me gusta observar cuando no sabes elegir las palabras, tú, que creía que las tenías todas amaestradas.
Donde me vacié y me llené de ti durante un segundo y tú hiciste lo mismo, una reprocidad maravillosa.
Vuelvo al momento donde mi cuerpo se lamenta de no poder acompañar a donde mi mente ha ido y rápidamente se acostumbra porque te estoy mirando a ti. Me sumerjo de nuevo en la conversación que nos acontece, pero ahora sí;
ambos llenos de ti y de mí

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