El problema es que no lo pude evitar, no me mires así.
No sé, yo lo intenté, me fui al fin del mundo para no verte; me quité la boca incluso durante un tiempo porque sólo hablaba de ti. Llegué a esperarte en cada estación de metro a que vinieras con tu camisa blanca a decirme que todo esto ha sido una tontería.
Es que... Claro, entiéndeme. Aquel día fui a tu portal y no estabas tú ahí, ¿entiendes lo que es eso? joder, que no me mires así. Mira, estoy harta de que todos me digan que la vida es corta y que se va, que vaya a por lo que quiera, si lo que quiero eres tú. Vaya cursilada, ya lo sé, pero ¿podrías escucharme hasta el final, al menos?
Mira esto no lo he pensado bien, pero ya estoy aquí, qué me dices.
Como no venías tú, he vuelto yo; la camisa no es la misma, sé que tampoco tus ojos cuando me reflejo ahora en ellos.
Pero joder, ¿y si nos vamos? ¿y si les mandamos a tomar por culo?
Dime, dime algo, no sé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario