Apoyados en las paredes del cuarto de baño, uno en frente del otro, con la mirada en el suelo.
Un futuro incierto que parecía romperse y un pasado tan maravilloso que ambos luchaban por no romperlo.
"Te voy a echar mucho de menos" dijo. Y él rompió a llorar y la abrazó fuerte. Ella le quitó las lágrimas y le arropó con una sonrisa triste.
Él se rehizo y le preguntó "entonces, ¿no hay nada que hacer?"
Ella le miró y él la beso sin ninguna oposición.
Entonces ella se limpió las lágrimas y sonrió, media sonrisa.
Fue ella la que después le besó y le dijo:
"Te iba a echar tanto de menos"
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