el problema es que tú siempre dejas que me vaya.
y cuando me voy pues
bueno...


...
ya me he ido.

ella

en realidad,
ella se conforma con las buenas noches, aunque sean desde muy lejos
ella vacía los vasos de cerveza para después llenarlos con besos, sea donde sea
ella, simplemente con contemplar la luna y que ésta sea la única luz que le alumbre
y ella, desde que descubrió que encajaban perfectamente, con encajarse y pasar así las horas
las horas mirando la luna,
bebiendo cerveza
o recibiendo buenas noches y buenos días

Que esta entrada sea como un paréntesis

Yo no sé si es por mi estado,
Que así, fácil, intento escribir un pareado.

O un texto, un verso
No sé qué hago.

Y me sale? No, mejor no sigo.
Porque seguiré diciendo evidencias,
Que a la larga pesarán más,
Que este dolor lejano
Del verano.

Del peor.
De dentro de mí,
De los trocitos que he podido reunir.

confesión repetida

será que es muy tarde
ya de madrugada.
pero me da por escribir
que a estas horas y tan oscuras
el silencio se hace muy grande y yo necesito compartirlo.
que ya te lo he dicho, que esto sólo me pasa contigo,
que compartir silencios ya no es tan malo
desde que empezamos a mirarnos


pd. y no es que me afecten las horas a lo que escribo o siento,
si no al publicarlo.

Suspiro

Habla. Calla. Cabizbaja adormece los ojos.
Luego gira, cuando ha terminado de hablar, gira la cabeza
Y me mira.
Sonríe, pero tanto ella como yo sabemos que no hay nada por lo que sonreír. Ahora no.
Y luego intenta animarme, ella finge que lo hace y me dice que me vaya, que ya se ocupa ella
Y yo de lejos escucho el suspiro. El suspiro de seguir aguantando siendo tan fuerte

palabras y poemas

tu te empeñas en escribir tanta poesía
y yo, a veces me veo entre líneas.
poemas que hablan de ti,
de mí,
de nosotros,
poemas que deciden callar para dejar paso a otros.
palabras bonitas se quedan escritas
marcadas
para no desvanecerse nunca.
palabras que escribo yo y que veo escritas por ti,
palabras que escribes tú y que yo re-escribo para ti,
palabras que escriben sobre nosotros
con los puntos finales celosos,
porque no tenemos fin.