No hablo de besos de dos enamorados empalagosos, ni siquiera un beso de “te quiero” . Hablo de un beso de puesta de sol cuando me hablaste de tu familia, un beso de mar y arena, un beso después de cerveza, un beso al despertar despeinado y tan gracioso como siempre . Un beso de “muchas gracias x haber cocinado esto que me encanta”, un beso de qué bueno estás en bañador, un beso de esta es mi segunda copa y no dejo de mirarte la boca. Ese también habría sido un beso de “hacía tiempo que no me decían tantas cosas bonitas”. Un beso en cada sitio que me regalaste, uno por la heladería que ya no está. Te habría besado en cada uno de los sitios que me regalaste (porque los considero un regalo) y por supuesto, te habría besado al despedirme por si acaso era el último.
Es la cosa de los casi algo, que es como creo que nos llamaría una revista de modernos hoy día, que nunca se sabe si se puede acabar(si lo piensas, las relaciones son iguales) . Supongo que es porque no tienes un compromiso de dar explicaciones, aunque es lo más correcto.
En fin he escrito esta nota pensando en que no sé siquiera si sería capaz de enviártela. Pero para mí un beso de esos tiene sentido cuando ya no tengo palabras para decirte lo agradecida que estoy a la vida por cruzarnos. He aprendido mucho de ti, y sigo aprendiendo. Llevo días pensando en que me encanta descubrir nuevas “capas” de ti. Nuevos “tús”. Creo que soy de una de esas personas afortunadas.
No sé si yo soy una persona de paso para ti o no, si yo soy solo una pieza del puzzle de todo lo que te queda por vivir. Pero bueno, ahora que estabas roto, me gusta pensar que simplemente teníamos que cruzarnos para alegrarte un poco la vida. Me encantaría que sea como fuese me recordases así cuando pienses en 2021-2022. Ser un hueco en tu agenda escolar.
20/07/2022